sábado, 18 de septiembre de 2010

ÚNICA LUNA SOBRE VEINTE LOMAS DESORDENADAS

fotografía tomada al carril engrasado de la persiana de mi taller







  
   Única luna sobre veinte lomas desordenadas;
la cabeza sobre el frío cristal.

   Cien kilómetros para el reencuentro
de un aire calmo, bajo el sol
mañana de domingo donde se orea la soledad y los arroyos
y las pisadas y los sauces mecidos en su verde llanto
y las agujas desclavadas de los huecos de una mirada.

    Es la niñez que vuelve,
o más bien, como no vuelve vamos a buscarla

Única luna nos sigue desde el kilómetro primero,
el de la partida hacia el olvido donde bailan los nenúfares
zarandeados por las ranas y los peces azules
y la voz de los cuentos y el estremecimiento dulce del beso.

    Es la hora de dormir, nos dirá de nuevo,
la cabeza sobre su cálido pecho.
Única luna sobre veinte lomas desordenadas.
Apagará el globo que esconde la luz,
y conoceremos que hemos llegado. 


        Juan Delgado Martín-Prat 

martes, 20 de julio de 2010

EL MOTORISTA

motorista

      Amarcord detiene la ruleta.
Al filo del aire, la extraordinaria máquina,
el motociclista que cruza tejiendo tiempo herido
con otro hilo, nube de polvo y ruido.
Visto y no visto.

     Debería  ser igual de evidente el pez polarizado
que va calle arriba, chocando contra los bordillos
y dejando ese aroma que hace estornudar a los alérgicos.

     Es así. Amarcord detiene la ruleta.
Un momento.
Pega tu oído al husillo: el motorista.....

.....rumor que chapotea atardeceres huecos.
Angustias, esperas, ausencias, sobran
cuando los brazos se mecen unidos como bosques.
Oscura proyección de luz perdida.
Todo posible, todo naciendo
todo verde en la umbría de butacas
que ennegrece el puño del motorista.

   ¡Que triste el reflejo de escamas en las ventanas!
Nube de polvo y humo.
Visto y no visto.

    Rastro, reguero, reverberación polarizada casi imperceptible,
tan solo trazas: los alérgicos pueden dejar en casa las mascarillas.

    Cierro el depósito y arranco.
(huele bien la gasolina)

    El motorista me adelanta.
Visto y no visto.
¡ Que triste el reflejo de escamas en las ventanas!



                                                                        
                                                                            Juan Delgado Martín-Prat (20-Julio-2010)

lunes, 5 de julio de 2010

HABLA FUEGO

A mi amigo D. Manuel Díaz Escalera, físico y artista, con quien colaboré realizando el dibujo,con limón y fuego, en este experimento.

Detenida la luz
En un tubo de neón;
El espacio en un pasillo;
La distancia en un beso;
Desmembrada siento la luna
Sobre el frío metal 
Del quirófano contra la espalda.

Habla  fuego
Con tu lengua espanta sombras.
Presencia cálida en el ocaso rojizo,
Quiero estar tumbado sobre la arena
En la playa que creó su nombre
Orillando mi mar de soledad.

Habla fuego y habla de un árbol
Que acaricie con sus ramas nuestra historia.
Son benevolentes las llamas:
Sirven para columpiar nostalgias;

Las ramas nos consumen,
Nos hacen fruto, hoja, brote...
Apolo y Dafne sobre la hoguera que no calla.

                                        Juan Delgado Martín-Prat

domingo, 13 de junio de 2010

Viene una nube oscura

En una bocacalle de la calle Arroyo. Sevilla, junio 2010 
      
      Por los ladrillos viene una nube oscura
reptando bajo los tornos del alfarero.
La ciudad detiene sus sirenas, expande el pecho,
suelta por su boca de humo 
la dulzura azul de los besos.

      Viene una nube oscura.
Es hora de romper las huchas y comprar, 
si podemos, con esperanzas o hechos,
las mil plumas del ave del paraíso perdido

      y pagar un curso acelerado que nos enseñe
a volar por el centro de la tierra

      o por el hueco estrecho de la aguja
que desechó  Aracne  por torcida

      o por la grieta del muro
que forma el cristal salobre del llanto

       o por las doce en punto
y quedarnos en punto,
con el sol bien redondo,
detenidos en nuestro abrazo  
   
      o por la duermevela
y no ser ni sueño ni realidad.

      Por los ladrillos viene una nube oscura
reptando bajo los tornos del alfarero.
Los jarrones quebrados en el vertedero de la ciudad.


                                         Juan Delgado Martín-Prat

lunes, 10 de mayo de 2010

LOS PAÑOS CAÍDOS

Lo pinté al pastel, en Sevilla y en Mayo de 2010

- Bajo los manzanos,
en el centro de la esfera del universo. -

Dime como oír la caída de los paños
rozando las ausencias que dejaron
los frutos putrefactos libando olvido
en la húmeda soledad del huerto.

Tiempo, eres blando. Los trapos son blandos,
suaves o ásperos, pero blandos como tú.
Dime, dime como oír la caída de los paños.
Conoces la clave, el secreto, la llave
que abre las bocas ocultas de las ranas bajo los lotos.
Lloran los ojos bajo los párpados,
bajo la ignorancia clavada de estrellas
a la que nos condenas.
 
¡Abre tus palmas!
muestra tus cartas...
Cuéntale, te lo ruego, a la brisa o a la bruma
lo que ocultas  durmiente en tu huerto,
guadaña y reloj descuidados bajo la parra,
mientras rozan tus largas barbas los paños caídos.


- Entonces, bajo los lotos,
en el centro de la esfera del universo,
escucharé sus nombres: 
por algo las ranas son verdes. -

Juan Delgado Martín-Prat

viernes, 2 de abril de 2010

Deja la Fuente Rebosar



Alas de carbón
gaviotas ondulantes, las olas picudas,
naufragios densos de algas olvidadas,
Todo bajo tu vuelo.

Alas de carbón
trazar en la nada un beso.
En la voz un susurro:
habla... habla
y cuenta al lirio que hay huellas en la alegría;
habla... habla
de caminos entre los huertos del jardín de la infancia
y deja la fuente rebosar los tiempos insomnes
entre  dientes mordidos 
( mandíbulas de engranajes,
grasa gris, oxido rojo apagado )
en la fábrica abandonada del Alma.

                  Juan Delgado Martín-Prat                      

domingo, 28 de febrero de 2010

EL GRITO


     Por un instante el pequeño azul de tus ojos
desplegó una vela ancha de añoranza.

    Tendió distancia
          los caminos....
                o las manos....
                        o el fresco aire de las amanecidas....

     Te marchas como la cometa que cortó el hilo
para que volaran las manos;
me dejas como el pez que se tragó su mar;
regresas como el relámpago del rayo que lanza un sol radiante
y a  nadie  deslumbra, pero se oye
y machaconamente nos recuerda un silencio oscuro
oradando en la gruta de lo pasado y no vivido.

    Fué solo un instante que el pequeño azul de tus ojos
desplegó una vela ancha de añoranza
y vi mi sombra reflejada en su blancura.

    El azufre  forma costras
en el eco de la estancia desnuda
resecando la garganta, llenando de agujas el grito.
               
                                                 Juan Delgado Martín-Prat

domingo, 3 de enero de 2010

Ella y la nube


Feliz Navidad y año nuevo.

  Los que la visitaban,
las mañanas soleadas de domingo,
disfrutaban sentados en el porche, 
bajo la parra parda y verde,
del encanto especial, etéreo, volátil,
de sus conversaciones con una nube.

Vivía siempre pensando en la nube.
Pensaba y soñaba y contaba sus gotas 
y acicalaba con mimo sus algodones sueltos.

La nube le susurraba tener, en las alturas,
un cielo reservado para dos
empapelado con rosas y sirocos.
Ella reía. La tarde dulce lamía la ladera.

Juan Delgado Martín-Prat