domingo, 3 de enero de 2010

Ella y la nube


Feliz Navidad y año nuevo.

  Los que la visitaban,
las mañanas soleadas de domingo,
disfrutaban sentados en el porche, 
bajo la parra parda y verde,
del encanto especial, etéreo, volátil,
de sus conversaciones con una nube.

Vivía siempre pensando en la nube.
Pensaba y soñaba y contaba sus gotas 
y acicalaba con mimo sus algodones sueltos.

La nube le susurraba tener, en las alturas,
un cielo reservado para dos
empapelado con rosas y sirocos.
Ella reía. La tarde dulce lamía la ladera.

Juan Delgado Martín-Prat