Girando
en torno al eje
minúsculo del tiempo,
donde anidó una alondra,
la lágrima huidiza de la melancolía
recita su rastro salado.
Mientras,
un delicioso minué, difuminado
por los visillos que teje el olvido,
va desgranando sus pasos
entre pozos de té
y el lenguaje oculto de los abanicos.
cubiertos de polvo,
registran en memoria de azogue
el continuo desmayo
de una mano.
Sobre la palma abierta:
arrugas; nácar; lágrima,
mil veces caída
y mil veces evaporada.
2 comentarios:
Me gustó mucho tu poema Juan. El piano romántico hace el blog más cálido e invita a la lectura de los textos. Si me permites un consejo, podrías trabajar la columna lateral. Creo que tienes obras variadas para mostrar en ella y también puedes hacer enlaces a otros blogs artísticos que consideres de interés. Enhorabuena.
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