En la niñez se vive acompañado de seres que habitan las nubes, los troncos rugosos, la tapia vieja al lado de la escuela... Con los años perdemos la capacidad de verlos, de soñar con sus historias. En estas páginas intento volver a divertirme imaginando con los que aún habitan en los desconchones de la memoria.
domingo, 1 de abril de 2018
Coloquial Locura del Giro
Veo en el disco la coloquial locura del giro y estremezco,
a voluntad (como un actor del lodo oculto en los espejos) mis dedos.
El tiempo no se sabe bien a que juega,
se ríe de todo, del pasado, del futuro....
hasta del instante, de ahora mismo, colgado del clavo
en el tronco que crece en diagonal, desde que lo partió un rayo.
Ya sabemos que lo partido vuelve y crece, aunque torcido.
La luz sí es luz, clara como ella sola , altiva como hija del sol o el aliento
y curiosa, penetrando por las rendijas de las persianas,
siempre me hizo mucha gracia verla trocear en menudas barras las sombras.
Y el sueño entretiene a las vacas mientras regurgitan nuestros fantasmas.
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