En la niñez se vive acompañado de seres que habitan las nubes, los troncos rugosos, la tapia vieja al lado de la escuela... Con los años perdemos la capacidad de verlos, de soñar con sus historias. En estas páginas intento volver a divertirme imaginando con los que aún habitan en los desconchones de la memoria.
martes, 24 de mayo de 2011
Ángel de alas plegadas
Destilan las nubes un amargo sabor a pomelo.
Los pies se apresuran, agitan sus huecos como pompas ascendentes
para acabar resbalando por la fina tensión entre el jabón y el aire.
No es aconsejable visitar los sueños.
Casi siempre se regresa con algún hueso quebrado
o un recuerdo aparecido.
No se sabe que es peor.
Mejor planta buganvillas o flores de pasión
o rios azules o arboledas rojizas.
Qué sereno es el mar ; Qué fría la noche de unos ojos;
Qué dulce el rostro de un ángel dormido.
Busca la llave, es hora de regresar a la nube,
detrás de la nube.
Él sabrá su camino,
solo tiene que abrir un ala
y dibujarse un universo de luz pesada.
Qué cansina la luz; Qué alegre la voz de la fuente;
Qué sentimiento el que guarda un ángel
acunado entre sus alas plegadas.
Espero que guardes el secreto de su sueño
con amargo sabor a pomelo.
Juan Delgado martín-Prat
Mayo 2011
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1 comentario:
Mandarinas y pomelos destilan los sueños ,querido y quedan impregandos para siempre en la consciencia de aquel que no ha de olvidar , a fuerza de torturarse día tras día con el recuerdo de un gran amor .
¿Secretos? ¿los sueños? ¿acaso no se notan en la piel por las mañanas? ¿Podemos simularlos acaso?
¡Casi nunca ! pero se hace el esfuerzo, aunque duela , se intenta.
Besos desde mi agitado mar pacifico que aun amenaza con devorarnos ...¡que más! otro que no se conforma con solo besarnos
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